Con cada una de las 12 campanadas que dan paso a la llegada del Año Nuevo, lanzamos deseos con la esperanza de que se conviertan en realidad. Deseos de salud, de prosperidad, de mejoría en el trabajo, en la economía, en nuestras relaciones, y en todas las áreas en las que nos gustaría cambiar. Sin embargo, el inicio del año sólo representa un cambio en el calendario, no hay magia de por medio, por sí solas las circunstancias no cambian.
Hay dos formas de vivir la vida: por construcción o por circunstancia.
Vivir por circunstancia es esperar a lo que la vida traiga y sólo reaccionar a todo aquello que se vaya presentando. Si volteas hacia atrás, tal vez este año que termina fue muy bueno, o puede ser que haya sido terrible y sólo quieres que termine, esperando que el siguiente venga mejor, o tal vez, no marcó nada, pasó completamente plano, casi en la indiferencia.
El hecho es que año tras año, muchos de nosotros hemos recibido enero con el deseo ferviente de que las cosas “vengan mejor” y de que con el nuevo ciclo, se modifiquen las circunstancias.
Si bien es cierto que existen sucesos que no están en nuestras manos controlar, cambiar nuestra postura ante ellos es algo que sí podemos hacer, transformar nuestra vida es labor de cada uno. Piensa cómo iniciaste este año. ¿Cuáles fueron tus pensamientos, tus deseos, tus sueños? ¿Hiciste algo para lograrlos? O sólo esperaste a que las cosas llegaran mejor, a que la situación cambiara.
Vivir por construcción es trabajar en qué quieres para ti. Es planear y ejecutar.
Imagina que tienes la oportunidad de construir por completo el siguiente año. ¿Cómo quieres vivirlo? ¿Cuáles son tus metas y tus objetivos? ¿Qué harás para tener ese sentido, ese impulso que te lleve a lograr aquello que siempre has querido? ¿De cuáles miedos te librarías? ¿Cuáles batallas serían las que vencerías? ¿Cómo quieres que sea tu vida?
Ahora, piensa que el 2020 está terminando. Voltea para atrás y revisa todo aquello que hiciste que marcó tu vida. ¿Construiste algo o sólo reaccionaste a todo lo que sucedió? ¿Qué lograste a pesar de tu historia, de las circunstancias, de lo que los demás decían o pensaban? Piensa cómo fue tu historia durante todo ese año. ¿Qué hiciste que marcó tu vida en 2020?
Tú puedes construir tu vida, cambiar tus experiencias, tus vivencias, mejorar tus relaciones, tu trabajo, tus oportunidades, tus resultados. Cada año, cada día que inicia se nos otorga la misma oportunidad. De cada uno depende tomarla y enfocar nuestros esfuerzos para lograrlo.
¿Cómo quieres que sea el 2020 para ti?
En Prevento deseamos que la energía del Año Nuevo traiga claridad para imaginar y construir todo aquello en lo que sueñas. ¡Con nuestros mejores deseos de salud, éxito y prosperidad!
¡Felicidades!
Prevento Agente de Seguros S.A. de C.V.
