Julio tiene 35 años, soltero, profesionista, y catedrático de una prestigiosa universidad del país… y al igual que la mayoría, tiene grandes planes para su futuro.
Recientemente y pensando en su retiro, decidió contratar un Plan de Ahorro para invertir parte de su ingreso. Durante la entrevista con el asesor en seguros, éste le hizo ver algo que Julio nunca había considerado: el riesgo de Invalidez.
Al no tener dependientes económicos, no había considerado contratar un Seguro de Vida en caso de que él faltara, sin embargo en ese momento tomó conciencia de la importancia de prever su propia seguridad económica ante el riesgo de sufrir una incapacidad total.
Su asesor le ayudó a diseñar una estrategia en la que Julio pudiera lograr el Ahorro pensado para su retiro, y al mismo tiempo protegerse ante tal riesgo. De esta forma, pase lo que pase, él podrá concretar sus planes aún en el desafortunado caso de que en el camino suceda algo que le limite a continuar desempeñando las actividades que son su fuente de ingresos.
La discapacidad en México
Resulta importante, hablando de invalidez, considerar el contexto social y económico en el que se desarrollan y viven las personas que sufren algún tipo de discapacidad.
“Cuando se habla de discapacidad no se hace referencia a un asunto individual ni privado, al contrario, se habla de un problema colectivo y público, en tanto que se hace referencia a las barreras o limitaciones construidas dentro y por la sociedad –en sentido amplio–, que afectan la participación plena y el disfrute de derechos en igualdad de condiciones de las personas con deficiencias físicas, mentales, intelectuales o sensoriales”, así lo señala la Encuesta Nacional sobre Discriminación en México (ENADIS 2010).
De acuerdo con este estudio realizado entre la población con discapacidad, se obtiene que:
- Sólo para el 19.1% de los encuestados, sus ingresos son suficientes para cubrir sus necesidades.
- 52.3% de esta población declaró que la mayoría de sus ingresos proviene de su familia.
- 36.4% de este sector asegura que es muy difícil o que de plano no puede realizar actividades relacionadas con su trabajo.
- Para el 78% resulta difícil o muy difícil recibir apoyos del gobierno.
- Sólo para el 33% los servicios de salud son suficientes (reciben la atención que necesitan).
- En general, señalan entre sus mayores problemas: el desempleo, la discriminación, las dificultades para ser autosuficiente y el acceso a apoyos gubernamentales.
(Datos: ENADIS 2010)
Complementando lo anterior, la situación de las personas que padecen algún tipo de discapacidad se describe así:
- En México suman 5.7 millones (5.1% de la población del país).
- El porcentaje de adultos que la padecen, respecto de la población total con discapacidad es del 32.8%.
- El porcentaje de adultos mayores con esta afectación, respecto de la población total con discapacidad es del 48.2%.
- El porcentaje de personas afectadas con discapacidad que señalan que su limitación es para caminar, moverse, o ver, es del 85.5%.
- El 23.5% de la población en México, no estaría dispuesto, o sólo lo estaría en parte, a que en su casa vivieran personas con discapacidad.
(Datos: ENADIS 2010)
Aunado a lo anterior, y pese a los esfuerzos realizados por la inclusión y la tolerancia, se siguen enfrentando a que la infraestructura en calles, transporte, comercios, centros de entretenimiento, medios de comunicación, educación y lugares de trabajo; están escasamente diseñados para personas con estos padecimientos, además de los prejuicios sociales y culturales que en muchas ocasiones dan lugar a la discriminación.
En el caso de Julio, tuvo suerte de encontrarse en el momento y tiempo precisos con alguien que le abriera los ojos ante un posible riesgo que se puede prevenir. Para el resto de nosotros es ahora, con salud, el momento de tomar acción y prever.