¿Sabes cuál es el recurso más valioso que tienes en tu empresa?

El capital más importante con el cuentan las empresas son sus empleados, ellos son quienes llevan a cabo las tareas que la institución necesita para operar con eficiencia, y al mismo tiempo son las primeras personas que hablan de la compañía. Por todo ello, son un recurso singular y estratégico que se ha de cuidar y fomentar.

Tener a un personal comprometido, inspirado y feliz, puede llegar a constituir una ventaja competitiva. Para conseguirlo, enumeramos algunas recomendaciones que pueden ayudar:

Conocer a cada empleado. Por naturaleza nos gusta ser reconocidos y considerados, un detalle como llamar a cada empleado por su nombre hace que su productividad incremente.

Dar las gracias. Esta simple acción representa un reconocimiento por el trabajo hecho, indispensable para que el empleado se sienta útil.

Mostrar interés por el trabajo de la gente. No se trata precisamente de un control de calidad, sino de pasear por los puestos de trabajo entablando conversaciones con los integrantes del equipo, de este modo se puede conseguir una visión cualitativa imposible de obtener por medio de encuestas y además se potencian los lazos humanos.

Apostar por los empleados internos para los ascensos. Dentro del personal de la empresa puede haber individuos capaces de desempeñar los puestos de mayor responsabilidad de manera eficiente. Esta medida ahorra tiempo y dinero en formación pues el trabajador ya tiene interiorizados los valores de la institución. Además motiva al resto del personal al considerar que se les tiene en cuenta.

Motivar. Con el paso del tiempo un trabajo puede volverse monótono, por lo que buscar la forma de que cada día aporte algo nuevo hará que siempre se tenga que estar atento.

Dejar tiempo personal. Unos minutos diarios para que el trabajador tome un descanso personal, puede redundar en una mayor productividad. Ese tiempo sirve para desestresar y liberar al cerebro.
Tener en cuenta también a los empleados que trabajan fuera de la empresa. Considerar también a las personas que trabajan como proveedores o intermediarios hará que se esfuercen más a la hora de realizar su cometido en la organización.

Tomar en cuenta las opiniones. Los empleados son los que trabajan en forma directa con nuestro producto o servicio, por lo que sus ideas suelen ser frescas, directas, y lejos del distanciamiento con la calle que a veces ocurre dentro de los niveles altos y medios. Es una buena manera de conocer en qué se puede mejorar o incluso dar ideas de nuevos negocios.

Recompensar los logros. A toda acción bien hecha, es necesario un reconocimiento, éste no debe ser exclusivamente económico. Aunque el dinero es importante a veces compensa más poder disponer de más tiempo o algún incentivo de tipo personal.

Un empleado motivado, eficiente y comprometido es una bendición para la organización; el factor humano y la innovación es lo que mueve a una compañía. Sin embargo, cuando un trabajador tiene alguna eventualidad, las pérdidas económicas tienen repercusión para él, para su familia y para la empresa.

Un Seguro de Vida para PyMEs, brinda respaldo económico para el dueño y el personal de empresas pequeñas y medianas, con costos preferenciales y a través de una amplia gama de coberturas.

Cuando una compañía ofrece a sus empleados esta protección como parte del paquete de prestaciones, obtiene grandes beneficios en donde se benefician ambas partes:

Fortalece el sentido de identidad y permanencia.
Brinda confianza y seguridad a los empleados.
Logra motivación, reduciendo la rotación de personal.
Transmite una imagen de conciencia social de la empresa.
Brinda tranquilidad, al saber que las familias de sus empleados están protegidas.
Es deducible de impuestos si el beneficio se otorga de manera general a todos los empleados de la empresa, siempre que la prima sea pagada por parte del contratante.

Las principales coberturas que se pueden contratar son: