Conoce los hábitos asesinos silenciosos de la productividad y rescata de ellos a tu empresa y a tus empleados.
Nuestros hábitos hablan por nosotros y son influencia para nuestros éxitos y fracasos. Todos tenemos más de uno del que nos quisiéramos deshacer, aunque si ya están muy arraigados es más difícil y pueden afectar gravemente nuestra vida laboral.
Una persona difícilmente se dará cuenta de estos comportamientos y es importante que como jefe, sepas identificarlos y erradicarlos, para ello mantente atento a las necesidades de tus empleados, motiva a los desmotivados y enseña a los que no saben. Conoce nuestra lista de los malos hábitos más comunes y juntos busquemos una solución para erradicarlos.
- Mentir. Cuando un empleado falsifica documentos, plagia información, toma crédito que no le corresponde o roba, demuestra una imposibilidad de confiar en él, falta de ética y honradez.
- Procrastinación. Postergar el trabajo hasta antes del deadline impacta en el trabajo de todos, no sólo provocará molestia, también será causa de que los proyectos no se concluyan a tiempo.
- Negatividad. Ante alguna queja, ya sea de trabajo, con los compañeros o el mismo jefe, en lugar de acudir a alguna autoridad o tratar de solucionarla, manifiestan actitudes negativas o hablan mal de la empresa, causando problemas más grandes y a veces, contagiosos.
- Impuntualidad. Llegar tarde o extender los recesos es una muestra de falta de cuidado por el trabajo propio y de los demás, que puede provocar un efecto dominó al resto de la empresa.
- Adicción a las redes sociales. Tienden a ser distraídos y a caer en la improductividad, por eso tantas empresas han limitado su uso y otras lo han bloqueado por completo.
- Perder el tiempo. Ya sea navegando la red o haciendo nada en horas de trabajo. Es diferente tomar unos minutos cada cierto tiempo para despejarse, pero el estar distraído por horas sólo es una pérdida para tu empresa.
- Informalidad o falta de respeto con los jefes. Independientemente de llevar una relación de amistad con tus empleados, por la salud de la empresa debe mantenerse la relación de respeto con las jerarquías para evitar malentendidos a futuro.
- No trabajar en equipo. Trabajar independientemente a veces es bueno, pero igual se debe saber trabajar en equipo para trabajar mejor y favorecer la comunicación en la empresa.
- Falta de control. No saber manejar la presión o explotar ante situaciones de estrés hace más difícil la relación con el resto del equipo, disminuyendo su productividad.
- Constante diferencias. Los empleados que no terminan de adaptarse, que no saben manifestar sus molestias o critican destructivamente hacen imposible la relación entre tus empleados.
Corregir los malos hábitos es un asunto de fuerza de voluntad.
Inculca en tus empleados rutinas antiestrés, convivencias para mejorar la comunicación interna, unan fuerzas para disminuir los malos hábitos en conjunto y más que castigo, motívalos a que sea un reto para ser mejores.
Con paciencia poco a poco los malos hábitos dejarán de interferir con la vida laboral, sé paciente y apoya a tus empleados. Nuestro Programa de Calidad de Vida Empresarial busca mantener ese ánimo positivo entre tus colaboradores y fomentar buenos hábitos que se sobrepongan a los malos. Conócenos.