Aunque es tentador tener tu propio auto y poderlo cambiar continuamente, existen una serie de consideraciones a tomar en cuenta al momento de que evalúes si vale la pena el cambio.
La utilidad de un auto llega a su fin cuando su valor aún es suficiente como para venderlo y recuperar algo de la inversión, pero su consumo, confort y estética son inferiores al vehículo nuevo que deseas.
- Reparaciones. Cuando los costos se elevan demasiado, es momento de que lo vendas antes de que comience a volverse un gasto más que un medio de transporte. Si tu auto es del año, a partir del cuarto, se calcula que comenzará a sufrir achaques. Si tu auto tiene 6 años podrías gastar el doble de lo que gastas en uno que tiene máximo 4 años de uso.
- Necesidades. ¿Qué necesidades tendrás después? Que acabes de arreglar tu coche para ponerlo en venta no significa que en este tiempo esté exento de reparaciones futuras. Así que administra bien tus gastos y consulta con un mecánico de confianza para que detecte problemas que se podrían dar a corto o mediano plazo.
- Seguridad. Los autos antiguos, incluso los más cuidados no cuentan con las medidas de seguridad de los actuales (hay muchos circulando por las calles de la ciudad, hablamos de modelos del 2006 hacia atrás). Los modelos más actuales están equipados con una gran cantidad de seguridad como bolsas de aire, frenos ABS o control electrónico de estabilidad. Opta por comprar un auto que tenga estos estándares.
- Consumos y gases. No cabe duda de que los fabricantes “juegan” con las pruebas de consumo y que los test que homologan el gasto de combustible son cada vez menos representativos de las condiciones actuales de conducción, ya lo vimos con el caso de Volkswagen. De ahí que sea importante que elijas un modelo de no más de 4 años de antigüedad.
- Saber cuánto vale tu coche. Antes de tomar la decisión de seguir adelante y pagar por las reparaciones de tu auto, descubre cuánto vale. Echa un ojo a la sección de autos usados y compara. Tip: la “regla del 50 por ciento“, es decir, cuando las reparaciones cuestan 50 por ciento de lo que vale el coche, es el momento de reemplazarlo.
- Saber cuánto costará tu próximo coche. Si tienes una idea del próximo coche que deseas comprar, lo mejor es ver las mejores ofertas de coches nuevos en la concesionaria.
- El seguro. Calcula la diferencia en los costos anuales de seguros. Es muy fácil y rápido con un comparador de seguros.
- Atención a los incentivos. El financiamiento o los enganches con 0% de interés y seguro incluido suenan tentadores, pero observa si es el momento ideal para realizar este gasto.
- Cambios en tu vida. ¿Ha aumentado o disminuido el tamaño de tu familia?, ¿recorres rutas más largas o realizas actividades que requieren más espacio? Esto te dirá qué tipo de auto se adapta mejor a tus hábitos.
- ¿Cansado de tu viejo coche? Puede que tu decisión de cambiar sea que simplemente quieres algo nuevo. En estos casos, si tu situación económica lo permite y ves una buena oferta, cambia de coche. ¡Te lo mereces!