Es importante que las parejas lleguen a un acuerdo sobre cómo utilizar sus ingresos de una manera proporcional y justa.
Irse a vivir con la pareja hace que el panorama sea distinto, debido a que se comparten gastos y servicios, pero cabe aclarar que cada individuo en la relación es responsable por sus deudas contraídas personalmente o antes de comenzar la relación.
Realizar de manera justa el uso de los ingresos de cada uno como lo puede ser el dividir los gastos basándose en los ingresos de cada individuo, no el 50% – 50%, nos ayudará a tener mayor control sobre el dinero de una manera más justa.
Otro punto importante es hacer una lista con todos los gastos mensuales.
Por ejemplo:
- renta
- seguros de la casa y carro
- teléfono
- gas
- luz
- cable
- arreglos de casa
- comida
- despensa
- gasolina
- ropa
- cuidados médicos y medicinas
- tarjetas de crédito
- diversión
- vacaciones
Se suman las cantidades y se obtiene el gasto mensual para así dividir el pago en partes proporcionales.
Procura guardar el dinero sobrante al final de cada mes: restar al total de ingresos, el total de gastos mensuales, para obtener un excedente. De ese excedente, se toma una parte para gastos extras como educación, emergencias, ahorros y revisen el presupuesto de manera constante, teniendo en cuenta que las situaciones son variables; es necesario revisar el presupuesto cada cierto tiempo, para ver en qué se gasta el dinero y cómo se puede conseguir un mayor ahorro.
Estos consejos sobre el manejo de las finanzas en conjunto reduce a un mínimo los conflictos relacionados con el dinero y ayuda a mantener un nivel de ahorro justo y bueno para ambas partes.