Con el título de: “Urge un sistema de pensiones viable y sólido: en solo 34 años, 27% serán adultos mayores. La mayoría de los pensionados estarán pobres y enfermos”; la publicación de “El Asegurador”, busca hacer conciencia entre sus lectores de la alarmante realidad no muy lejana que vivirán los millones de pensionados en nuestro México.
En el marco de un país donde la cifra de natalidad va a la baja, se estima que en México, para el año 2030, los adultos en edad promedio de 65 años, será del 17% de la población y que para el 2050 la cifra alcanzará el 27%. Todos en situación de retiro laboral y con el riesgo de padecer enfermedades propias de la edad o crónico-degenerativas. En muchos de los casos, los montos económicos para mantener la salud de este segmento de la población, será mayor al de sus pensiones.
Si tomamos en cuenta que la población del país actualmente es de 119 millones, el dato resulta alarmante (encuesta intercensal 2015, INEGI).
La publicación continúa en que de acuerdo al comportamiento y características de salud actuales de la población, se prevé un importante cambio en la estructura de la pirámide poblacional, en el que se anticipa un problema en el cuidado de las personas mayores.
Las cifras en materia de población reflejan que:
- En 2016 por cada 30 adultos hay 100 niños.
- En 2035 por cada 100 adultos habrá 100 niños.
- En 2050 por cada 162.8 adultos habrá 100 niños.
Prevención para el futuro
El artículo remarca la importancia de prever en un futuro nuestro ingreso y las necesidades de salud que presentaremos, siendo el único camino la cultura de prevención y ahorro. Es una realidad que las enfermedades crónico-degenerativas representan un costo muy elevado para la economía familiar.
Por otro lado, señala que un punto importante para hacer frente a las enfermedades que presentan los adultos mayores, es mejorar e incrementar las medidas de prevención y mejorar el acceso a servicios por parte de las instituciones para poder detectarlas con anticipación.
Hace énfasis también, en la importancia de generar conciencia en cada persona, del impacto positivo que tendrá su calidad de vida en la vejez, al modificar su estilo de vida cuando se es joven: adquirir buenos hábitos de alimentación, hacer ejercicio, monitoreos periódicos de salud y ahorrar voluntariamente para el retiro. Al respecto, las empresas pueden jugar un papel muy importante implementando acciones que generen mejoras en la salud de sus empleados.
Por último, señala el artículo que resulta fundamental cambiar la percepción de la etapa de la vejez como un periodo de dependencia y poco bienestar y cambiar nuestra mentalidad positivamente a que esta etapa es para disfrutarse en muchos sentidos, planear cómo queremos vivirla y tomar medidas en prevención de salud física y financiera; para disfrutar de una vejez tranquila y plena.
Fuente:
Publicación Quincenal El Asegurador. Número 765. Ciudad de México, 31 de agosto 2016.
