En un equipo de trabajo podemos observar muchas variaciones de personas y hay que saber cómo manejar a cada uno de los integrantes.
Un hecho es que los seres humanos somos diferentes y únicos. Nadie es igual a otra persona y esto en algunas ocasiones es bueno, ya que entre todas las formas de ser, nos podemos complementar uno con el otro.
En un equipo laboral es importante identificar el tipo de personas con las que nos desarrollamos, esto para poder tener una buena comunicación y saber cómo relacionarnos con ellos.
“No preguntes qué puede hacer por ti el equipo. Pregunta qué puedes hacer tú por él”, Magic Johnson.
A continuación, describimos algunos elementos de tu equipo con los cuales te relacionas diario y puedas tener una visión diferente de ellos después de esto:
- El social: extrovertido y social. Tiene empatía lo cual hace caerle bien a todos. Puede ayudar a solucionar problemas de la empresa.
- El disponible: es aquél al que le puedes pedir trabajo en cualquier momento y nunca recibirás un “no”. Se las arregla para apoyar en cargas de trabajo fuertes.
- El sabelotodo: puede ayudar en cualquier área; no siempre hace el mismo trabajo.
- El eficiente: organizado y metódico. Tiene mucha concentración y su trabajo es excelente.
- El multitask: puede hacer varias cosas a la vez, pero esto no impide entregar el trabajo con eficiencia.
- El equilibrado: tiene tiempo para su vida laboral, social y familiar. Eficiente y versátil. Sabe cuando es tiempo de socializar y cuando es tiempo de trabajar.
- Los millennials: nueva generación, son conocedores de la tecnología, ya que no se les dificulta el tema.
- El distraído: quizás su cuerpo está en la oficina, pero su mente quién sabe. No es tan eficiente como tú quisieras.
Estos pueden ser sólo algunas personalidades que tenga tu equipo laboral. Te recomendamos que te incluyas más con ellos, sepas qué les gusta y qué no, cuáles son sus pasiones y qué los motiva, así los conocerás más para hablar con ellos y podrás fortalecer tu lazo con ellos.