¿Y tú ya tienes un plan para tu jubilación? En Prevento te damos algunos consejos y recomendaciones.
En días pasados, leyendo sobre el tema de pensiones, llamó mi atención el encabezado de un artículo: “Tu Afore podría no darte altos rendimientos y tendrías que jubilarte más tarde”.
El artículo se refería a que de acuerdo a declaraciones de la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (CONSAR), durante la última década los rendimientos de las Afores han registrado una tendencia a la baja como respuesta a diversos fenómenos económicos, pasando de 8.1% en 2003 a sólo 5% al cierre de 2015.
Aunque el organismo declara que es un fenómeno no exclusivo de México, para los más de 54 millones de trabajadores mexicanos con una cuenta de Afore, significaría que tendrán que retirarse a una edad más tardía, además de la necesidad de incrementar en casi el doble el ahorro que se destina a su cuenta de Afore.
Lo anterior, continuaba el artículo, hace indispensable la diversificación del portafolio de inversión de las administradoras, así como una mejor gestión de activos, a fin de que el ahorro de los trabajadores siga creciendo al ritmo que registró desde su inicio.
¿Qué podemos hacer nosotros?
Ahorrar por nuestra cuenta.
Mientras sean peras o manzanas, si esta tendencia de los rendimientos a la baja se neutraliza o no, no podemos dejar en otras manos la gran responsabilidad que tenemos nosotros mismos con el adulto mayor en el que nos convertiremos, corriendo el riesgo de que nuestra capacidad económica a la edad de retiro disminuya aún más por situaciones económicas como la anterior.
Nuestra jubilación es un tema serio que tarde o temprano llegará, y conforme pasen los años más tarde será para generar un ahorro por nosotros mismos. No podemos esperanzar nuestra supervivencia económica después de los 65 años de vida a lo que “ahorremos” en la Afore, aun y cuando hagamos algún tipo de aportación voluntaria.
En la actualidad, según cifras de la Encuesta Nacional Sobre Discriminación en México (ENADIS 2010) las personas de 60 años o más se sostienen económicamente principalmente de:
- Apoyo de algún familiar: 62%
- Pensión: 32%
- Rentas o negocio propio: 1.2%
- Ahorros: 0.4%
Si es un hecho que este futuro va a llegar, ¿por qué no labrarlo desde ahora nosotros mismos?
En la actualidad, podemos encontrar una gran diversidad de planes y opciones de ahorro diseñados específicamente para que al final del plazo contratado, se genere un capital de las aportaciones más los rendimientos que éstas generen, rendimientos que por tratarse de esquemas e instrumentos diseñados específicamente con el objetivo del ahorro, resultan muy atractivos; inclusive en el caso de ahorro para el retiro, ofrecen beneficios fiscales para quienes los contratan.
Lo anterior se traduce en poder contar con un capital que nos permita complementar el poco o mucho ahorro que recibamos de la Afore y por consiguiente en nuestra tranquilidad futura y de nuestras familias.
Tal vez hemos escuchado o leído sobre el tema o hasta recibido alguna propuesta de ahorrar para nuestro futuro… ¿por qué no lo hemos hecho? Puede ser porque sentimos o pensamos que es un dinero con el que ya no contaremos más (en el presente) al comprometernos a invertirlo sistemáticamente en un plan de ahorro.
Reflexionemos: Si alguien quiere juntar únicamente el equivalente a 5 años de ingreso (con una tasa del 1% real por encima de inflación) necesita ahorrar:
- Durante 25 años el 17.52% de su ingreso
- Durante 20 años el 22.50% de su ingreso
- Durante 15 años el 30.78% de su ingreso
- Durante 10 años el 47.28% de su ingreso
Ante esto, lo importante es comenzar lo más pronto posible con la mejor tasa real neta.
¿Por qué no nos damos la oportunidad de platicar con ese adulto mayor que seremos nosotros mismos y escuchamos atentamente cuáles son sus peticiones y necesidades, sobre todo económicas?